Stock. Los productos adecuados en la cantidad adecuada.

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Stock. Los productos adecuados en la cantidad adecuada.

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Stock es el surtido o colección de productos que se tienen o se exponen para su venta en una actividad comercial.

Su elección es muy importante para que el establecimiento sea rentable. Realizaremos esta elección según sea:

  • La oferta de los fabricantes.
  • La clase de tienda que deseamos tener.
  • Lo que nos piden nuestros clientes.

Este surtido debe estar clasificado y ordenado racionalmente con estos objetvos:

  • El cliente localizará más fácilmente el producto que busca.
  • El comerciante controlará mejor cuánto y cómo se vende cada producto.
  • La reposición será más rápida, sencilla y barata.

Además, debemos considerar que el surtido de nuestro comercio necesitará evolucionar a lo largo del tiempo, según varíen los gustos de los clientes y su poder adquisitivo, según vayan saliendo al mercado productos nuevos, etc.

En este sentido es importante gestionar el aprovisionamiento de las diferentes secciones, conocer el estado de cada una de ellas de manera periódica, analizando el impacto de los productos, en ocasiones por el hecho básico de su rotación. Es sustancial para llevar a cabo un aprovisionamiento racional, con una periodicidad establecida para los suministros. Por su propia naturaleza, los productos perecederos precisan un suministro diario, mientras que productos como por ejemplo los de alta joyería perviven como válidos durante largo tiempo indeterminado.

En todo caso, en la mayoría de las opciones comerciales hay que prever unos stocks de reserva, que es necesario controlar. Dependiendo de la magnitud del punto de venta y del personal empleado en ella, estas tareas tendrán un responsable específico, que puede ser el jefe de tienda. Como reglas generales cara al aprovisionamiento y los stocks, hay que tener en cuenta que un mayor stock puede representar:

  • Mayor garantía ante ruptura de existencias, por terminarse el producto o por fallos o retrasos en el suministro.
  • La posibilidad de presentar mejores resultados en la cuenta de explotación, aplicando las subidas de precios que se puedan producir, siempre que se lleve correctamente el inventario con el control de diferencias.
  • Como contrapartida, un mayor deterioro en los productos, circunstancia que puede llegar a ser muy grave en los productos perecederos.

Lo ideal, como todo en la vida, es mantener el nivel de stocks en su justo término, ni excesivo que haga peligrar la rotación de la mercancía, ni tan escaso que impida el normal desarrollo de la venta por desabastecimiento. Una buena metodología consisten en:

  • Conocer la rotación de los stocks.
  • Colocar cada producto del surtido en las estanterías del local, de acuerdo con las estimaciones de la demanda.
  • Comprobar si se han producido huecos en las estanterías.
  • Reponer los productos que faltan.

Con la práctica se llega a conocer de manera bastante fiel el ideal de aprovisionamiento. Aunque siempre hay sorpresas para las que conviene estar prevenido. Por ello, las modernas técnicas de gestión del establecimiento permiten conocer qué productos se venden más rápidamente y cuáles son las políticas de aprovisionamiento más adecuadas. Términos como el de la rentabilidad del lineal o el rendimiento del stock, son parte del lenguaje de un comerciante eficaz.

Una buena gestión de stocks ha de tener en cuenta que cuanto más deprisa roten las existencias, más rinde el capital invertido en ellas. Lo importante es invertir el beneficio haciendo bajar los stocks. La gestión dinámica de las existencias es rentabilidad inmediata.

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